En Caracas al instante desenvainaron las espadas (…)
quizás no hubieran presentado una Obstinada resistencia los habitantes de este
virreinato, si no hubiese venezolanos.
Cartagena resistió hasta lo imposible
por los venezolanos. En la derecha del Magdalena se han dado ya varias batallas
a tropas organizadas por los venezolanos; en la fragosa y estéril provincia de
Antioquia ha declarado dos veces la guerra a muerte y tienen los pasos fortificados
con inteligencia por venezolanos: Santa Fe fue sometida y recibió las ideas
sangrientas por los mismos que habían logrado partido con emisarios que
enviaron de Caracas. Todo excelentísimo señor es obra de los venezolanos.
En su
terreno son unas fieras resueltas, y costara mucha sangre y muchos tesoros su
reducción.
Pablo Morillo,
Cuartel General de Ocaña, 27 de marzo de 1816.