lunes, 12 de noviembre de 2018

COLOMBIA SERÁ LIBRE O NO SERÁ...

                                               
                                                ¡COLOMBIA SERÁ LIBRE O NO SERÁ!

A finales del año 1819 llega la noticia que desde España se estaba alistando un poderoso ejército de 20.000 hombres de infantería, 2.800 de caballería y 1.370 de artillería en una expedición  escoltada por seis fragatas, diez corbetas, varios bergantines y goletas y treinta cañoneras. Con ese alarde de poderío, el Rey de España pretendía restablecer de una vez por todas, el orden colonial en sus colonias americanas.
Ante esta situación el general Rafael Urdaneta planteo sin la más mínima sombra de pesimismo o desanimo:

 “Nos tocará tal vez morir antes de completar la victoria, pero nunca nos rendiremos. Ni ante todo el poder de Europa o del mundo lo haríamos. Colombia será libre o no será”

Anteriormente el 22 de febrero de 1819 España había vendido a los EE.UU., la península de la Florida, ….. el 17 de Diciembre de ese mismo año a instancia de Bolívar, el Congreso de Angostura había decretado la ley fundamental de la República de Colombia en la que queda planteado: “La República de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola bajo el titulo glorioso de República de Colombia”

En 1830 El Libertador muere consumido por la enfermedad y la desilusión de no haber logrado cristalizar la unión del país en el que el sueño de una solida nación que se enfrentará de igual a igual al naciente imperio norteamericano, el egoísmo de los caciques neo granadinos y venezolanos dio al traste con este proyecto. El libertador fue vencido en parte por la geografía, la Colombia de Bolívar  se encontraba ya dividida por cordilleras, caudalosos ríos, inmensas selvas y llanos. 

Hoy a 199 años de estas palabras, Colombia ya no es Colombia, Venezuela por una parte es una República Soberana Digna y Bolivariana, que se mantiene firme a los ideales del libertador, y resiste con honor , valor y paciencia los ataques de las potencias extranjeras, en una guerra denominada de cuarta generación.
 Mientras tanto que la Nueva Granada “Colombia” su gobierno continúa hoy siendo un virreinato sumiso, pero esta vez con un amo diferente los EE.UU de Norteamérica. El Ecuador se debate entre el fantasma de la traición y la Fe de un pueblo patriota que no desea volver al dominio extranjero.

 Ya Colombia no es la Colombia de otrora, y no lo será hasta que las élites que la gobiernan no tomen conciencia nacionalista, y gobiernen para su pueblo y no para quienes los someten militar, política y económicamente.

El pueblo digno no se merece lo que les sucede por culpa de los intereses económicos de su oligarquía, el pueblo trabajador que habita tierras colombianas más temprano que tarde despertara de una vez por todas de esa pesadilla que mal gobierna su país, y retomara el camino de la justicia y la equidad ciudadana, en donde ser Colombiano deje de ser un acto de fe.

El gobierno colombiano se ufana de ser una de las democracias más sólidas del continente, la propaganda de los medios colombianos y estadounidenses así lo dicen, pero resulta que esto no solo lo avala su socio del norte, también lo hace la comunidad europea. EE.UU tras ser el principal consumidor de drogas tiene en la oligarquía colombiana al principal capo que se la suministra.

Colombia tiene el más alto índice de sindicalistas y periodistas asesinados del mundo, es uno de los países con mayor número de desplazados internos (en Venezuela hacen vida un aproximado de 5 millones de colombianos). Colombia posee el récord de masacres, desapariciones y secuestros de todo el continente americano.

 Con la pacificación de las FARC y su proceso de convertirse en partido político se logró avanzar en la culminación de la guerra civil en ese país, pero existen intereses económicos internos y externos en ese país que boicotean el proceso de paz, intereses que ya han logrado que líderes y dirigentes de la antigua FARC sean asesinados por los paramilitares.
Al colombiano se le lleno de miedo en las recientes elecciones diciéndole que la oposición representaba al castro-chavismo, cuando la realidad era que ya estaban planeando el fraude electoral, mismo que fue tan descarado, que hasta permitieron sacar fotocopias de las boletas de votación,  a los ciudadanos votantes para que los colombianos “ejercieran” su derecho al voto o al fraude, según el punto de vista de las autoridades o de la oposición.

¿En esta circunstancia de fraude electoral puede el podrido gobierno colombiano criticar al sistema electoral Venezolano?

Es bien sabido que el gobierno colombiano obedece a los intereses de su oligarquía y estos a su vez a los intereses de los EE.UU., motivo por el cual ya el pueblo colombiano está en situación de alerta ante la arremetida de la burguesía en contra de los derechos del colombiano de a pie, posiblemente podrían llevar a Colombia a retomar el camino de la violencia como los ocurridos en el mes de febrero cuando se produjeron saqueos, esta situación nace y se alimenta de la injusticia social reinante en ese país vecino.

Bibliografía Consultada

Se Llamaba Rafael Urdaneta; valiente, honesto y fiel. De Antonio Pérez Esclarin

lunes, 28 de mayo de 2018

Ser venezolano…no es ser cualquier cosa.



Jusin El Ashkar (socióloga, con doctorado en ciencias sociales 2002, Médica integral comunitaria 2013)  



1
Ser venezolano…no es ser cualquier cosa
¡Es ser con el alma llana de libertad infinita!
¡Es ser derechos por la vida en justicia!
Es ser el amplio hogar de esta gran Venezuela
Que a todos ha sido prosperidad y madre buena
Aceptando a todos como hijos e hijas
aceptándolos tal como son.

2
Esta amada tierra a todos ha sido madre…amante buena
Que a todos da derechos
En la paz y en la guerra
Porque es generosa de corazón.

3
Ser venezolano es ser bondad de los libres de espíritu
Sin mezquindades ni egoísmos dador de hospitalidad
                                                    [hogar, amor y comida.
Es autocritico hasta la médula,
es ser agudos, afilados revisores de lo imperfecto
empeñados en lo sano, lo justo y honesto.
Es ser alegre en todos lados, pero firmes, serios y rectos.
Es ser accesibles por muy alto cargo o sitio donde nos
                                                                       [sienta la vida.
Es sentir al otro como a nosotros mismos,
es saber a dónde va el mundo y a dónde vamos nosotros
Es saber ¿quién somos y quién no somos?,
¿Qué queremos y qué no queremos para nosotros y para 
                         [nuestros hijos?,
Es saber ¿hacia dónde vamos?
sin que nadie, ni nosotros mismos, nos engañemos.
Es no dejarnos manipular, ni permitir cizaña entre nosotros
de quien menos te imaginas para dividirnos
pequeños propios o extraños, ¿Para qué? ¡Para dominarnos  
                                          [y saquearnos!
Los mismos que al besarnos la cara nos apuñalan el corazón,
la razón, del venezolanismo,
nos cortan la lengua para no comunicarnos…
y ocultan la información para someternos…
“les gustó nuestro socialismo”,
Mientras ejercen la cultura sin nacionalidad del vil
                                                                  [capitalismo
cada uno gobernado por su propio egoísmo.


4

Ser venezolano es ser valiente y feroz ante a quién a
                                                              [Venezuela afrente,
es no dejar que nada ni nadie la mancille, saquee, oprima
                                                                   [ni la explote…

a nuestra Venezuela benevolente.
Ser venezolanos no es ser cualquier cosa
es amarla decididamente como a Dios
con amor patriota…nacionalista.
Ser venezolanos hermanos es en definitiva,
defender por encima de todo a ésta patria Venezuela,
y darle hasta el último instante: ¡La Vida!



EL HOMBRE DE LA CAMISA DEL LIBERTADOR de ANTONIO ARRAIZ.





¿Saben ustedes lo que le sucedió al hombre que recibió la camisa del Libertador? En rigor, no se le podría llamar hombre: era un pobre muchacho delgado, con los hombros hundidos y los brazos débiles en que se acusaban todavía morbideces infantiles. Sus compañeros lo llamaban el “jipato”, y se quedaban mirándolo en silencio, con una mezcla de simpatía y de confuso respeto: lo único que parecía arder en él con una vida enérgica eran aquellos ojos llameantes donde destellaba por momentos la convicción de empresas imperecederas.

Hacía un frío de los cuatrocientos mil demonios, como decía el catire escocés, y el jipato no tenía encima más que sus pantalones rotos. Las espaldas endebles tiritaban bajo el peso del arma.
-       Déle una de mis camisas para que se arrope – dijo el Libertador.
-       Mi General: - le contestó el Edecán -. A.V. no le quedan más que dos camisas: la que lleva puesta, y otra sucia, que tenemos que mandar a lavar.
-       Désela – ordenó Bolívar.

De este modo la camisa, impregnada aún del aliento del Grande Hombre, pasó a resguardar el cuerpo del Jipato.

El hombre de la camisa del Libertador continuó con el ejército en todas las campañas. Pequeña y frágil como era, su salud no le abandonaba. El mismo se sonreía, con cierta sorpresa, al comprobar que el macilento vigor le sobrevivía a las duras pruebas de la guerra. Con los años, iba poco a poco ganando en talla de hombre cabal, así como en experiencia. Pero lo que más le asombraba era una especie de invulnerabilidad que lo envolvía: con su modo de ser taciturno, un poco triste, algo así como fatalista, se lanzaba, de suerte que se le podía tener por un desesperado, a los más furiosos combates, y nunca lo mataban. Conquistó triunfos: ascendió jerarquías; terminó la guerra, y se retiró del servicio con presillas en las mangas y despachos y menciones en la faltriquera.

No moría, no podría morir el hombre de la camisa del Libertador. Continuó recorriendo los caminos sin tregua de la patria. Se le veía rondar, al atardecer, las poblaciones arrinconadas a la vera apacible de los montes. Contemplaba a los hombres, acercándose silenciosamente a las puertas iluminadas por una lamparilla de aceite, de las pulperías: largo rato escuchaba sus conversaciones juiciosas o incoherentes, y luego se desprendía de nuevo, perdiéndose en la sombra.

Saludaba a las mujeres, diciéndoles palabras afectuosas. Se mezclaba a los corros de los muchachos, y se complacía en ayudarlos en sus juegos, fabricándoles trompos, papagayos o muñecas.
Embozado en la camisa que había pertenecido al Libertador, el hombre que la recibió se añadía, sin decir una palabra, a los humildes cortejos que llevan, en un chinchorro pendiente de una larga vara que sostienen dos de ellos sobre los hombros, un muerto a enterrar.



Cae la lluvia. Los deudos y los amigos del finado marchan cabizbajo, en sus cobijas que el agua ha hecho excesivamente pesadas: y ninguno de ellos le pregunta nada a aquel desconocido que los acompaña un buen trecho, y luego se queda parado debajo de un árbol, con los brazos cruzados, mirándolos alejarse.
Otras veces, en las estrelladas noches de verano, el hombre de la camisa del Libertador se introducía en los ranchos donde celebraban un santo, un bautizo, un velorio de mayo. Largo espacio de tiempo escuchaba, inmóvil, a los cantadores que rivalizaban en alegres contrapunteos. Y cuando uno de ellos, fatigado, le alargaba el cuatro, y le decía:
-                      
                   - Ahora usted, compadre, cántenos algo.

No desdeñaba hacerlo. Sus flacas manos morenas se deslizaban con rapidez sobre las cuerdas. De su pecho salía una voz grave y tierna que levantaba, en el aire cálido de la velada, evocaciones de una turbadora melancolía. Hasta el gárrulo maraquero enmudecía, oyéndolo.

De este modo hacia acto de presencia dondequiera que reía, dondequiera que lloraba, dondequiera que alentaba y mascaba resignadamente sus esperanzas no cumplidas, la vida venezolana.

No fueron pocas las veces que arrimó, de improviso, al arriero, al abrigo del alar de la ranchería, muy a la alborada y le ayudó a enjalmar su burro; las veces que se arremangó los pantalones y chispeó de barro la camisa del Libertador, cooperando a sacar del rio el camión atascado, las veces que siguió durante largo tiempo, con la mirada donde asomaba una puntica de alegría, al campesino que iba sembrando con una yunta de bueyes, o al peón que iba cantando al frente de su ganado.
Y en la época de las interminables guerras civiles se le miraba vagar, desconsolado, detrás de las banderías: buscaba en los campos recientes de batalla los soldados muertos, con una tronera en la frente o a un costado del pecho, y se sentaba a su lado, espantándole los zamuros.

El hombre de la camisa del Libertador no ha muerto: no puede morir. Yo mismo he tenido ocasión de contemplarlo en el salón de una escuela de pueblo, donde una maestra de ojos humildes, como los suyos, explicaba la clase a una turba de arrapiezos.
Se había puesto una mano sobre el pecho, sobre la camisa que le regalo el Libertador. Personas que me merecen fe me aseguran, así mismo, que se le mira recorrer, a veces, las grandes salas llenas de escritorios laboriosos, los despachos, los gabinetes, los recintos solemnes donde se toman las decisiones que afectan hondamente. Vigila el trabajo de los hombres, y sus ojos negros brillan.


     El hombre de la camisa del Libertador no ha muerto: no ha podido morir. 
Se inclina sobre mi hombro en el momento en que yo escribo su historia; y ahora, cuando ustedes la leen, escudriña sus rostros, y toma nota de sus menores pensamientos.  

lunes, 19 de marzo de 2018

El Valor de la Libertad. (Esopo)





Un lobo flaco y hambriento encontró en un camino a un perro que estaba gordo y bien cuidado. El enemigo tenia trazas de saber defenderse, por lo que el astuto lobo prefirió emplear las armas de la diplomacia.

-Dime – le dijo- ¿en qué consiste que, siendo yo más fuerte y valiente que tú, no encuentro qué comer y casi me muero de hambre?
-Consiste – contestó el perro- en que sirvo a un amo que me cuida mucho, me da pan sin pedírselo, me guarda huesos y mendrugos que sobran de las comidas, y no tengo más obligaciones que custodiar la casa.  

-Mucha felicidad es esta – contestó el lobo, envidiándole su suerte.
-Pues mira, replicó el perro, si tú quieres puedes disfrutar del mismo destino, viniendo a servir a mi amo y defendiendo la casa de ladrones por la noche.
-Convengo en ello, dijo el lobo, porque más me conviene vivir bajo techo y hartarme de comida sin tener nada que hacer, en vez de andar por las selvas con lluvias y nieves. Pero oye – añadió mientras iban andando -  reparo en que llevas pelado el cuello; ¿a qué se debe ello?

-No es nada – repuso el perro – es por el roce de la cadena con que me ata el amo.
- ¡¿Te ata?! ¿De modo que no puedes comer libremente ni ir a donde quieras?
-Naturalmente que no. ¿Pero eso qué importa?

-Importa muchísimo – replicó el lobo -. Yo, a ese precio, no acepto los regalos de tu amo. ¡Adiós, amigo! Yo prefiero la libertad a las cadenas. Prefiero pasar hambre a ser esclavo.
El hombre pobre libre es más feliz que el rico esclavo, porque la libertad es tan estimable como la vida, y vale más que todas las riquezas del mundo.           

viernes, 23 de febrero de 2018

EL MERCENARIO: Criminal Internacional

a    





Los ejércitos mercenarios y los auxiliares son inútiles y peligrosos
El Príncipe de Nicolás Maquiavelo 


“(…) Todo reino está lleno y asediado de mercenarios en tiempos de paz (si eso puede llamarse paz (…) Por consiguiente, se ven forzados a buscar la guerra con el fin de que siempre puedan tener soldados experimentados y asesinos hábiles, para que (como tan bellamente dice Salustio*) sus manos y sus mentes no se entorpezcan debido a la ociosidad o falta de ejercicio. Pero cuan pernicioso y pestilente es mantener tales fieras, los franceses lo han aprendido a costa de sus propios males, y los ejemplos de los romanos, cartagineses, sirios y de los de muchos otros países manifiestamente lo atestiguan (…)”

*Cayo Salustio Crispo, Historiador romano.
Fragmento tomado del libro Utopía de Tomás Moro.


Definición: Según el artículo 47 del Protocolo adicional sobre conflictos armados internacionales de la Convención de Ginebra promulgado en 1949, y que trata sobre la protección de las víctimas de guerra, el empleo de soldados mercenarios se considera delito internacional, y se reafirma que el mercenario, es una persona que no tiene al status de combatiente o prisionero de guerra. Definiendo que el mercenario es toda persona
a)    Reclutada de modo especial en su país o en el extranjero para combatir en un conflicto armado.
b)    Que participa realmente en las hostilidades.
c)    Toma parte en las hostilidades principalmente para obtener ventaja personal, y el cual tiene prometida efectivamente por la parte o en nombre de la parte que permanece en conflicto una remuneración material, superior a la que es prometida o pagada a los combatientes del mismo rango y que ejercen las mismas funciones en las filas de las fuerzas armadas de la parte dada.
d)    No es nacional de la parte que entra en conflicto, ni persona que reside permanentemente en el territorio controlado por una de las partes en el conflicto.
e)    No forma parte del personal de las fuerzas armadas de una de las partes en el conflicto.
f)     No ha sido enviada por un Estado, que no sea parte en el conflicto, para cumplir una misión oficial como miembro de las fuerzas armadas de este Estado.

Esta definición aceptada en el mundo entero permite diferenciar con bastante precisión al mercenario y al voluntario, es decir, de una parte, a un individuo que comete un delito del Derecho penal y debe ser enjuiciado y condenado, y de otra parte, a la persona que puede participar en un conflicto bélico en conformidad con el Derecho Internacional.
En EE.UU le cambiaron el nombre, y ahora se les da a conocer como “contratistas”, que siguen siendo los mismos soldados veteranos dados de baja de las fuerzas armadas norteamericanas, y que tienen experiencia en combate, siendo pagados por ellos a través de sus transnacionales y de empresas creadas para tal fin.



El Mercenario y sus Inicios.
Los mercenarios o “soldados de la fortuna”, asesinos a sueldo o “soldados en venta” tienen una historia tan antigua como la historia de las revueltas palaciegas y las guerras civiles.
En la actualidad su particularidad reside en que las fuerzas reaccionarias a los estados crean grupos de mercenarios integrados por personas naturales del país o de distintas nacionalidades, mismos que son utilizados con amplitud contra los movimientos de liberación nacional, contra los movimientos huelguísticos y contra gobiernos demócratas, progresistas de diversos países elegidos en elecciones populares.
El mercenario es un fenómeno que se presenta no solo en tiempos de conflictos bélicos, sino también en tiempos de paz; los métodos de actuación de los mercenarios son terroristas, por lo que se desprende que el problema de los mercenarios debe ser contemplado en los marcos de la lucha contra el terrorismo internacional.


EL MERCENARIO EN LA HISTORIA.
El servicio de mercenario se conocía muy bien en occidente aún en la antigua Grecia y Roma, posteriormente en los estados feudales del Medioevo. Durante los siglos XIII y XIV se hizo común en las prósperas ciudades-estado del norte de Italia recurrir para su defensa a la contratación de tropas de mercenarios. En un principio, estos mercenarios en su mayoría no eran italianos.
 A finales del siglo XIII y comienzos del XIV, las tropas mercenarias (entonces denominadas "masnade") provenían principalmente de Alemania, Brabante (brabanzoni) y Aragón.
Los condotieros (en italiano: condottieri) eran mercenarios al servicio de las ciudades-estado italianas desde finales de la Edad Media hasta mediados del siglo XVI. La palabra condottiero deriva de condotta, término que designaba al contrato entre el capitán de mercenarios y el gobierno que alquilaba sus servicios.

El primer ejército mercenario bien organizado fue la Gran Compañía, dirigida primeramente por el caballero zuavo Werner de Urslingen, y luego por Montreal de Albarno y Konrad von Landau.
Llegó a contar con un ejército bien organizado de 9.000 hombres armados. Urslingen impuso a sus tropas una severa disciplina, pero también estableció un reparto equitativo de las ganancias.
La Gran Compañía recorrió Italia, dedicándose al pillaje y a exigir dinero, con la excusa de la protección, a todos los gobiernos locales. Sus capitanes obtuvieron enormes sumas a cambio de los servicios de sus tropas


El Mercenario, Brazo Armado del Capitalismo.
En el inicio del periodo del capitalismo y, especialmente en el imperialismo que es su fase superior, se engendró y se desarrolló el comercio de la “carne de cañón”, elevando a la categoría de política estatal el empleo de mercenarios.
Así tenemos el ejemplo del movimiento de los taipings en el siglo XIX en China que fue aniquilado por ejércitos de mercenarios en conjunto con las fuerzas locales chinas, y las fuerzas armadas de Inglaterra y Francia.

Uno de los hechos de armas más relevante que salvando algunas diferencias tiene cierto parecido con la situación actual que se ha intentado promover en Venezuela, y en donde actuaron fuerzas mercenarias apoyadas por países europeos, y EE.UU a través de la C.I.A fue en la denominada crisis del Congo en 1960.

Este hecho ocurrió durante la independencia de esta región del reino de Bélgica, con Joseph Kasa-Vubu como Presidente, y Patrice Lumumba como Primer ministro, y que luego origino a su vez una guerra de secesión de la provincia de Katanga promovida por occidente, esto ante la inminente nacionalización de los recursos de la industria minera del Congo planteada por Lumumba.


Esta guerra civil propiciada por EE.UU, y sus aliados europeos con la utilización de mercenarios, en la provincia de Katanga con Moise Tshombe como líder de esa entidad, declara la separación de esta región del resto de la recién creada República Democrática del Congo, esta separación se debió principalmente a su riqueza en todo tipo de minerales estratégicos.

El Oro, el Diamante, el Cobre que eran de sumo interés para los EE.UU y específicamente el uranio indispensable para el desarrollo de armamentos nucleares.
 Esta situación propicio una intervención de fuerzas militares de la O.N.U para el mantenimiento de la paz, en ese momento histórico el Congo sirvió de escenario para la lucha de influencias en ese continente entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.

El conflicto se agudizo con el secuestro de Patrice Lumumba, Primer Ministro electo, y dos de sus ministros leales, quienes fueron torturados, y apaleados ante las cámaras de televisión (igual modus operandi le aplicaron a Gadafi en Libia) ante la mirada indiferente y cómplice de periodistas y diplomáticos, con el posterior asesinato ejecutado por los secesionistas katangueses  comandados por oficiales belgas.

Este asesinato fue ordenado por el Presidente de Katanga Tschombe, quien también asistió a la ejecución de Lumumba, los cuerpos de los tres fueron descuartizados, y quemados. Toda esta barbarie al mejor estilo imperial, ordenada desde los países “civilizados” de occidente, con el fin de tratar de borrar la dignidad de un pueblo personificada en un líder patriota.

Durante el desarrollo de estas acciones  muere asesinado el Secretario General de la ONU, Dag Hammarskjöld de nacionalidad sueca, hecho ocurrido  en septiembre de 1961, al ser derribado el avión en el que viajaba mientras se dirigía hacia Katanga, zona del conflicto para mediar por la paz, se trata de un asesinato planificado y perpetrado por las potencias occidentales para silenciar al organismo internacional, y  así conseguir el objetivo de apoderarse de la región.

Este asesinato sirvió de advertencia a los futuros secretarios generales de la ONU, para que se percataran del riesgo a que se exponían si se les ocurría por obligación moral o por equivocación, abogar a favor de algún país perteneciente al tercer mundo, y en contra de alguna potencia occidental.

El conflicto dejó un saldo de aproximadamente 100.000 personas muertas entre civiles y militares, este fue el trágico resultado de pérdidas en vidas humanas producto de la codicia del hombre  por la apropiación de los recursos minerales de un país.


La Venezuela Patriota  Vs. La Oligarquía Apátrida y Mercenaria.   
 El cambio decisivo de la correlación de fuerzas a nivel mundial después del fin de la guerra fría con la desintegración de la Unión Soviética, ha posibilitado la intervención abierta y directa de los países imperialistas y sus satélites contra los jóvenes Estados independientes, y los pueblos combatientes con o sin autorización de la ONU.

Debido a estas circunstancias y para aparentar ante el mundo democrático cierta transparencia, los países imperialistas y sus aliados han recurrido al uso de los mercenarios, quienes conjuntamente con el apoyo de la mediática internacional y de las fuerzas armadas de la OTAN invaden y destruyen países, como ocurrió en Afganistán, Irak y especialmente en Libia.

El posicionamiento con el transcurrir del tiempo de países progresistas como Rusia y China a favor de la paz, y solidarios con los países de gobiernos no alineados a la hegemonía estadounidense, ha impedido hasta cierto punto la intervención directa de EE.UU en estos países, pero ha incrementado el uso de terroristas mercenarios al estilo “Estado Islámico” cuando se desea la desestabilización de alguna región.

En Venezuela, el gobierno de los EE.UU y el de Colombia utilizan mercenarios terroristas a pequeña escala, pero con tendencia al aumento para desestabilizar el país, esto ocurre motivado a la firmeza del Estado venezolano, respaldado por un pueblo consiente, y una Fuerza Armada Nacional Bolivariana patriota, que a pesar de las limitaciones y dificultades económicas a que son expuestos se mantienen firmes a un ideal de libertad y autodeterminación en defensa de las instituciones democráticas establecidas, y elegidas por votación popular.

El pueblo patriota venezolano lucha, y resiste con valor ante una oligarquía apátrida defensora de sus intereses personales y extranjeros, quienes en sus ansias de retomar el poder no escatiman en pagar terroristas mercenarios, y que han logrado a su vez enajenar el sentimiento patrio de una parte de la población, poniéndola en contra de sus compatriotas y de su propio país, llevándola incluso a solicitar la desgraciada intervención por parte de fuerzas extranjeras a territorio nacional con excusa de “ayuda humanitaria” al mejor estilo libio.

Esta amenaza de intervención armada sería liderizada por los EE.UU, país que posee un prontuario de genocida a nivel mundial, y cuya principal característica en los últimos años es la de llevar la muerte a los países que interviene.

Recientemente el presidente Trump ha demostrado ser una versión moderna de Calígula,  debido al anuncio de que su gobierno tiene entre las alternativas para Venezuela, la de la intervención armada, solo por el hecho de que Venezuela realizó unas elecciones para elegir una asamblea nacional constituyente, este fue el detonante que causo la ira del Señor Trump, lamentablemente el antiguo presidente norteamericano Barak Hussein Obama un ciudadano de descendencia africana, pero aún con la mente esclavizada, le sirvió en bandeja de plata la posibilidad de intervención armada con su decreto de muerte sobre Venezuela.

El gobierno norteamericano para darle forma a esta intervención recurre a los líderes de gobiernos satélites de la región para desestabilizar el país, y fomentar la noticia a nivel internacional de un Estado fallido, utilizando paramilitares colombianos y terroristas mercenarios nacionales contratados para crear el ambiente de crisis e ingobernabilidad en las ciudades de Venezuela.

Esta crisis fomentada desde el departamento de estado norteamericano le es necesaria al gobierno de Trump para justificar ante la opinión pública mundial una intervención de tropas extranjeras en el país, y con la patética excusa de llevar ayuda “humanitaria” a Venezuela. Ayuda que negó ante la arremetida de los huracanes  a una de sus colonias en el Caribe (caso Puerto Rico) y que dice querer llevar a Venezuela.

El llamado a elecciones de Gobernadores y alcaldes hecho por la Asamblea Nacional Constituyente con el fin de llevar la calma al país, y que se cumplió sin ningún altercado violento el 15 de Octubre, y que a su vez arrojo como resultado que las fuerzas que apoyan a Nicolás Maduro ganaran la mayoría de las gobernaciones y alcaldías, esto demostró una vez más que el pueblo venezolano lo que quiere es Paz.

De los cuatro estados en manos de la oposición venezolana dos corren peligro de subvertirse al orden constitucional a favor de fuerzas extranjeras, uno es limítrofe con Colombia (Táchira) y Mérida que es limítrofe con este. Esta situación activo las alarmas en los organismos de seguridad del estado para corregir a tiempo una posible confrontación con los paramilitares colombianos que ya hacen vida en el país y los terroristas mercenarios nacionales, y de otras naciones que quieran desestabilizar la paz de la república.

El Presidente Maduro ha sido enfático al establecer que no permitirá la secesión en la región andina, y que defenderá la integridad del territorio nacional en general, esto ante la agresión de células terroristas que intentan crear caos entre la población atacando ministerios e instituciones del estado, atacando unidades militares y robando armamento perteneciente a la nación, con el fin de derrocar el gobierno legítimamente establecido en Venezuela.

El llamado en principio es al pueblo estadounidense, a que no se deje llevar nuevamente a una guerra para enriquecer a sus élites, principalmente por un presidente racista multimillonario, interesado en seguir aumentando sus riquezas, siendo el pueblo llano norteamericano los que sacrifican la vida de sus hijos, la única amenaza que Venezuela puede representar para ellos es el de demostrarse dignos contra la miseria, y la injusticia del sistema político estadounidense que no les permite entre otras cosas elegir su presidente directamente. 

Venezuela siempre ha sido solidaria con todos los pueblos del mundo, y de esto sabe la población pobre estadounidense que ha sido beneficiada con ayuda venezolana a través de CITGO. No somos un pueblo guerrerista, pero sabremos defender en su momento aún con un alto costo, y sacrificio nuestra libertad heredada de Bolívar y los próceres de la independencia,  misma que ha sido transmitida a través del ADN por nuestros antepasados, y reafirmada en la actualidad gracias al conocimiento histórico de nuestras luchas libertarias.

En segundo término el llamado es a la comunidad internacional, que quizás por presiones o por ignorancia se deja llevar de la propaganda de guerra y de desinformación en contra de Venezuela, en especial al pueblo Latinoamericano y Caribeño, esta guerra contra Venezuela es contra ellos también, ya que el impacto de una invasión se sentiría a nivel regional.
Al pueblo europeo, al asiático, y al mundo entero quienes ya han sufrido de guerras y que al callar ante el atropello que sufriera Venezuela se harían cómplices de lo que aquí pudiera ocurrir.

Y por último, al pueblo de Venezuela, es tiempo de patriotas sin importar su ideología política, al noble pueblo venezolano, al que siente esta tierra no solo como país en el que nació, sino al que agradece a nuestros libertadores el sacrificio de sus vidas por darnos patria y dignidad. El llamado es a la conciencia del venezolano que es opositor al gobierno establecido que hace vida en el país, y que quiere vivir en paz como todo ser humano merece, al venezolano que nació en otras tierras extranjeras, pero que llego aquí para quedarse, que ama este país y sabe de lo noble que es su pueblo, y que conoce por experiencia en sus países de origen lo desastroso que significaría una guerra.

El llamado de la patria es para todos a la unión ante la amenaza de muerte, y a solucionar nuestras diferencias en armonía, en paz, como lo hace todo país libre y democrático.