viernes, 23 de febrero de 2018

EL MERCENARIO: Criminal Internacional

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Los ejércitos mercenarios y los auxiliares son inútiles y peligrosos
El Príncipe de Nicolás Maquiavelo 


“(…) Todo reino está lleno y asediado de mercenarios en tiempos de paz (si eso puede llamarse paz (…) Por consiguiente, se ven forzados a buscar la guerra con el fin de que siempre puedan tener soldados experimentados y asesinos hábiles, para que (como tan bellamente dice Salustio*) sus manos y sus mentes no se entorpezcan debido a la ociosidad o falta de ejercicio. Pero cuan pernicioso y pestilente es mantener tales fieras, los franceses lo han aprendido a costa de sus propios males, y los ejemplos de los romanos, cartagineses, sirios y de los de muchos otros países manifiestamente lo atestiguan (…)”

*Cayo Salustio Crispo, Historiador romano.
Fragmento tomado del libro Utopía de Tomás Moro.


Definición: Según el artículo 47 del Protocolo adicional sobre conflictos armados internacionales de la Convención de Ginebra promulgado en 1949, y que trata sobre la protección de las víctimas de guerra, el empleo de soldados mercenarios se considera delito internacional, y se reafirma que el mercenario, es una persona que no tiene al status de combatiente o prisionero de guerra. Definiendo que el mercenario es toda persona
a)    Reclutada de modo especial en su país o en el extranjero para combatir en un conflicto armado.
b)    Que participa realmente en las hostilidades.
c)    Toma parte en las hostilidades principalmente para obtener ventaja personal, y el cual tiene prometida efectivamente por la parte o en nombre de la parte que permanece en conflicto una remuneración material, superior a la que es prometida o pagada a los combatientes del mismo rango y que ejercen las mismas funciones en las filas de las fuerzas armadas de la parte dada.
d)    No es nacional de la parte que entra en conflicto, ni persona que reside permanentemente en el territorio controlado por una de las partes en el conflicto.
e)    No forma parte del personal de las fuerzas armadas de una de las partes en el conflicto.
f)     No ha sido enviada por un Estado, que no sea parte en el conflicto, para cumplir una misión oficial como miembro de las fuerzas armadas de este Estado.

Esta definición aceptada en el mundo entero permite diferenciar con bastante precisión al mercenario y al voluntario, es decir, de una parte, a un individuo que comete un delito del Derecho penal y debe ser enjuiciado y condenado, y de otra parte, a la persona que puede participar en un conflicto bélico en conformidad con el Derecho Internacional.
En EE.UU le cambiaron el nombre, y ahora se les da a conocer como “contratistas”, que siguen siendo los mismos soldados veteranos dados de baja de las fuerzas armadas norteamericanas, y que tienen experiencia en combate, siendo pagados por ellos a través de sus transnacionales y de empresas creadas para tal fin.



El Mercenario y sus Inicios.
Los mercenarios o “soldados de la fortuna”, asesinos a sueldo o “soldados en venta” tienen una historia tan antigua como la historia de las revueltas palaciegas y las guerras civiles.
En la actualidad su particularidad reside en que las fuerzas reaccionarias a los estados crean grupos de mercenarios integrados por personas naturales del país o de distintas nacionalidades, mismos que son utilizados con amplitud contra los movimientos de liberación nacional, contra los movimientos huelguísticos y contra gobiernos demócratas, progresistas de diversos países elegidos en elecciones populares.
El mercenario es un fenómeno que se presenta no solo en tiempos de conflictos bélicos, sino también en tiempos de paz; los métodos de actuación de los mercenarios son terroristas, por lo que se desprende que el problema de los mercenarios debe ser contemplado en los marcos de la lucha contra el terrorismo internacional.


EL MERCENARIO EN LA HISTORIA.
El servicio de mercenario se conocía muy bien en occidente aún en la antigua Grecia y Roma, posteriormente en los estados feudales del Medioevo. Durante los siglos XIII y XIV se hizo común en las prósperas ciudades-estado del norte de Italia recurrir para su defensa a la contratación de tropas de mercenarios. En un principio, estos mercenarios en su mayoría no eran italianos.
 A finales del siglo XIII y comienzos del XIV, las tropas mercenarias (entonces denominadas "masnade") provenían principalmente de Alemania, Brabante (brabanzoni) y Aragón.
Los condotieros (en italiano: condottieri) eran mercenarios al servicio de las ciudades-estado italianas desde finales de la Edad Media hasta mediados del siglo XVI. La palabra condottiero deriva de condotta, término que designaba al contrato entre el capitán de mercenarios y el gobierno que alquilaba sus servicios.

El primer ejército mercenario bien organizado fue la Gran Compañía, dirigida primeramente por el caballero zuavo Werner de Urslingen, y luego por Montreal de Albarno y Konrad von Landau.
Llegó a contar con un ejército bien organizado de 9.000 hombres armados. Urslingen impuso a sus tropas una severa disciplina, pero también estableció un reparto equitativo de las ganancias.
La Gran Compañía recorrió Italia, dedicándose al pillaje y a exigir dinero, con la excusa de la protección, a todos los gobiernos locales. Sus capitanes obtuvieron enormes sumas a cambio de los servicios de sus tropas


El Mercenario, Brazo Armado del Capitalismo.
En el inicio del periodo del capitalismo y, especialmente en el imperialismo que es su fase superior, se engendró y se desarrolló el comercio de la “carne de cañón”, elevando a la categoría de política estatal el empleo de mercenarios.
Así tenemos el ejemplo del movimiento de los taipings en el siglo XIX en China que fue aniquilado por ejércitos de mercenarios en conjunto con las fuerzas locales chinas, y las fuerzas armadas de Inglaterra y Francia.

Uno de los hechos de armas más relevante que salvando algunas diferencias tiene cierto parecido con la situación actual que se ha intentado promover en Venezuela, y en donde actuaron fuerzas mercenarias apoyadas por países europeos, y EE.UU a través de la C.I.A fue en la denominada crisis del Congo en 1960.

Este hecho ocurrió durante la independencia de esta región del reino de Bélgica, con Joseph Kasa-Vubu como Presidente, y Patrice Lumumba como Primer ministro, y que luego origino a su vez una guerra de secesión de la provincia de Katanga promovida por occidente, esto ante la inminente nacionalización de los recursos de la industria minera del Congo planteada por Lumumba.


Esta guerra civil propiciada por EE.UU, y sus aliados europeos con la utilización de mercenarios, en la provincia de Katanga con Moise Tshombe como líder de esa entidad, declara la separación de esta región del resto de la recién creada República Democrática del Congo, esta separación se debió principalmente a su riqueza en todo tipo de minerales estratégicos.

El Oro, el Diamante, el Cobre que eran de sumo interés para los EE.UU y específicamente el uranio indispensable para el desarrollo de armamentos nucleares.
 Esta situación propicio una intervención de fuerzas militares de la O.N.U para el mantenimiento de la paz, en ese momento histórico el Congo sirvió de escenario para la lucha de influencias en ese continente entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.

El conflicto se agudizo con el secuestro de Patrice Lumumba, Primer Ministro electo, y dos de sus ministros leales, quienes fueron torturados, y apaleados ante las cámaras de televisión (igual modus operandi le aplicaron a Gadafi en Libia) ante la mirada indiferente y cómplice de periodistas y diplomáticos, con el posterior asesinato ejecutado por los secesionistas katangueses  comandados por oficiales belgas.

Este asesinato fue ordenado por el Presidente de Katanga Tschombe, quien también asistió a la ejecución de Lumumba, los cuerpos de los tres fueron descuartizados, y quemados. Toda esta barbarie al mejor estilo imperial, ordenada desde los países “civilizados” de occidente, con el fin de tratar de borrar la dignidad de un pueblo personificada en un líder patriota.

Durante el desarrollo de estas acciones  muere asesinado el Secretario General de la ONU, Dag Hammarskjöld de nacionalidad sueca, hecho ocurrido  en septiembre de 1961, al ser derribado el avión en el que viajaba mientras se dirigía hacia Katanga, zona del conflicto para mediar por la paz, se trata de un asesinato planificado y perpetrado por las potencias occidentales para silenciar al organismo internacional, y  así conseguir el objetivo de apoderarse de la región.

Este asesinato sirvió de advertencia a los futuros secretarios generales de la ONU, para que se percataran del riesgo a que se exponían si se les ocurría por obligación moral o por equivocación, abogar a favor de algún país perteneciente al tercer mundo, y en contra de alguna potencia occidental.

El conflicto dejó un saldo de aproximadamente 100.000 personas muertas entre civiles y militares, este fue el trágico resultado de pérdidas en vidas humanas producto de la codicia del hombre  por la apropiación de los recursos minerales de un país.


La Venezuela Patriota  Vs. La Oligarquía Apátrida y Mercenaria.   
 El cambio decisivo de la correlación de fuerzas a nivel mundial después del fin de la guerra fría con la desintegración de la Unión Soviética, ha posibilitado la intervención abierta y directa de los países imperialistas y sus satélites contra los jóvenes Estados independientes, y los pueblos combatientes con o sin autorización de la ONU.

Debido a estas circunstancias y para aparentar ante el mundo democrático cierta transparencia, los países imperialistas y sus aliados han recurrido al uso de los mercenarios, quienes conjuntamente con el apoyo de la mediática internacional y de las fuerzas armadas de la OTAN invaden y destruyen países, como ocurrió en Afganistán, Irak y especialmente en Libia.

El posicionamiento con el transcurrir del tiempo de países progresistas como Rusia y China a favor de la paz, y solidarios con los países de gobiernos no alineados a la hegemonía estadounidense, ha impedido hasta cierto punto la intervención directa de EE.UU en estos países, pero ha incrementado el uso de terroristas mercenarios al estilo “Estado Islámico” cuando se desea la desestabilización de alguna región.

En Venezuela, el gobierno de los EE.UU y el de Colombia utilizan mercenarios terroristas a pequeña escala, pero con tendencia al aumento para desestabilizar el país, esto ocurre motivado a la firmeza del Estado venezolano, respaldado por un pueblo consiente, y una Fuerza Armada Nacional Bolivariana patriota, que a pesar de las limitaciones y dificultades económicas a que son expuestos se mantienen firmes a un ideal de libertad y autodeterminación en defensa de las instituciones democráticas establecidas, y elegidas por votación popular.

El pueblo patriota venezolano lucha, y resiste con valor ante una oligarquía apátrida defensora de sus intereses personales y extranjeros, quienes en sus ansias de retomar el poder no escatiman en pagar terroristas mercenarios, y que han logrado a su vez enajenar el sentimiento patrio de una parte de la población, poniéndola en contra de sus compatriotas y de su propio país, llevándola incluso a solicitar la desgraciada intervención por parte de fuerzas extranjeras a territorio nacional con excusa de “ayuda humanitaria” al mejor estilo libio.

Esta amenaza de intervención armada sería liderizada por los EE.UU, país que posee un prontuario de genocida a nivel mundial, y cuya principal característica en los últimos años es la de llevar la muerte a los países que interviene.

Recientemente el presidente Trump ha demostrado ser una versión moderna de Calígula,  debido al anuncio de que su gobierno tiene entre las alternativas para Venezuela, la de la intervención armada, solo por el hecho de que Venezuela realizó unas elecciones para elegir una asamblea nacional constituyente, este fue el detonante que causo la ira del Señor Trump, lamentablemente el antiguo presidente norteamericano Barak Hussein Obama un ciudadano de descendencia africana, pero aún con la mente esclavizada, le sirvió en bandeja de plata la posibilidad de intervención armada con su decreto de muerte sobre Venezuela.

El gobierno norteamericano para darle forma a esta intervención recurre a los líderes de gobiernos satélites de la región para desestabilizar el país, y fomentar la noticia a nivel internacional de un Estado fallido, utilizando paramilitares colombianos y terroristas mercenarios nacionales contratados para crear el ambiente de crisis e ingobernabilidad en las ciudades de Venezuela.

Esta crisis fomentada desde el departamento de estado norteamericano le es necesaria al gobierno de Trump para justificar ante la opinión pública mundial una intervención de tropas extranjeras en el país, y con la patética excusa de llevar ayuda “humanitaria” a Venezuela. Ayuda que negó ante la arremetida de los huracanes  a una de sus colonias en el Caribe (caso Puerto Rico) y que dice querer llevar a Venezuela.

El llamado a elecciones de Gobernadores y alcaldes hecho por la Asamblea Nacional Constituyente con el fin de llevar la calma al país, y que se cumplió sin ningún altercado violento el 15 de Octubre, y que a su vez arrojo como resultado que las fuerzas que apoyan a Nicolás Maduro ganaran la mayoría de las gobernaciones y alcaldías, esto demostró una vez más que el pueblo venezolano lo que quiere es Paz.

De los cuatro estados en manos de la oposición venezolana dos corren peligro de subvertirse al orden constitucional a favor de fuerzas extranjeras, uno es limítrofe con Colombia (Táchira) y Mérida que es limítrofe con este. Esta situación activo las alarmas en los organismos de seguridad del estado para corregir a tiempo una posible confrontación con los paramilitares colombianos que ya hacen vida en el país y los terroristas mercenarios nacionales, y de otras naciones que quieran desestabilizar la paz de la república.

El Presidente Maduro ha sido enfático al establecer que no permitirá la secesión en la región andina, y que defenderá la integridad del territorio nacional en general, esto ante la agresión de células terroristas que intentan crear caos entre la población atacando ministerios e instituciones del estado, atacando unidades militares y robando armamento perteneciente a la nación, con el fin de derrocar el gobierno legítimamente establecido en Venezuela.

El llamado en principio es al pueblo estadounidense, a que no se deje llevar nuevamente a una guerra para enriquecer a sus élites, principalmente por un presidente racista multimillonario, interesado en seguir aumentando sus riquezas, siendo el pueblo llano norteamericano los que sacrifican la vida de sus hijos, la única amenaza que Venezuela puede representar para ellos es el de demostrarse dignos contra la miseria, y la injusticia del sistema político estadounidense que no les permite entre otras cosas elegir su presidente directamente. 

Venezuela siempre ha sido solidaria con todos los pueblos del mundo, y de esto sabe la población pobre estadounidense que ha sido beneficiada con ayuda venezolana a través de CITGO. No somos un pueblo guerrerista, pero sabremos defender en su momento aún con un alto costo, y sacrificio nuestra libertad heredada de Bolívar y los próceres de la independencia,  misma que ha sido transmitida a través del ADN por nuestros antepasados, y reafirmada en la actualidad gracias al conocimiento histórico de nuestras luchas libertarias.

En segundo término el llamado es a la comunidad internacional, que quizás por presiones o por ignorancia se deja llevar de la propaganda de guerra y de desinformación en contra de Venezuela, en especial al pueblo Latinoamericano y Caribeño, esta guerra contra Venezuela es contra ellos también, ya que el impacto de una invasión se sentiría a nivel regional.
Al pueblo europeo, al asiático, y al mundo entero quienes ya han sufrido de guerras y que al callar ante el atropello que sufriera Venezuela se harían cómplices de lo que aquí pudiera ocurrir.

Y por último, al pueblo de Venezuela, es tiempo de patriotas sin importar su ideología política, al noble pueblo venezolano, al que siente esta tierra no solo como país en el que nació, sino al que agradece a nuestros libertadores el sacrificio de sus vidas por darnos patria y dignidad. El llamado es a la conciencia del venezolano que es opositor al gobierno establecido que hace vida en el país, y que quiere vivir en paz como todo ser humano merece, al venezolano que nació en otras tierras extranjeras, pero que llego aquí para quedarse, que ama este país y sabe de lo noble que es su pueblo, y que conoce por experiencia en sus países de origen lo desastroso que significaría una guerra.

El llamado de la patria es para todos a la unión ante la amenaza de muerte, y a solucionar nuestras diferencias en armonía, en paz, como lo hace todo país libre y democrático.