lunes, 26 de marzo de 2012

BOLÍVAR Y LA EDUCACIÓN


Se ha creído conveniente reproducir aquí, tomado del periódico, La Opinión Nacional del 24 de julio de 1883, el memorial de las indicaciones que hiciera Bolívar al director de un colegio en Norteamérica, donde se educaba su sobrino Fernando, por relacionarse con la materia de que trata el escrito que precede al memorial aludido.
Método que se debe seguir en la educación de mi sobrino Fernando Bolívar

La educación de los niños debe ser siempre adecuada a su edad, inclinaciones, genio, y temperamento.

Teniendo mi sobrino más de doce años, deberá aplicársele a aprender los idiomas modernos, sin descuidar el suyo. Los idiomas muertos deben estudiarse después de poseer los vivos.

La geografía y cosmografía debe ser de los primeros conocimientos que haya de adquirir un joven.

La historia, a semejanza de los idiomas, debe principiarse a aprender por la contemporánea, para ir remontando por grados hasta llegar a los tiempos oscuros de la fábula.

Jamás es demasiado temprano para el conocimiento de las ciencias exactas, porque ellas nos enseñan el análisis en todo, pasando de lo  conocido a lo desconocido, y por ese medio aprendemos a pensar y a racionar con lógica.

Mas debe tenerse presente la capacidad del alumno para el cálculo, pues no todos son igualmente aptos para las matemáticas.

Generalmente todos pueden aprender la geometría y comprenderla; pero no sucede lo mismo con el álgebra y el cálculo integral y diferencial.

La memoria demasiado pronta, siempre es una facultad brillante; pero redunda en detrimento de la comprensión; así es que el nulo que demuestra demasiada facilidad para retener sus lecciones de memoria, deberá enseñársele aquellas cosas que lo obliguen a meditar, como resolver problemas y poner ecuaciones; viceversa, a los lentos de retentiva, deberá enseñárseles a aprender de memoria y a recitar las composiciones escogidas de los grandes poetas; tanto la memoria como el cálculo, están sujetos a fortalecerse por el ejercicio.

La memoria debe ejercitarse cuanto sea posible; pero jamás fatigarla hasta debilitarla.

La estadística es un estudio necesario en los tiempos que atravesamos, y deseo que la aprenda mi sobrino.

Con preferencia se le instruirá en la mecánica y ciencia del ingeniero civil, pero no contra su voluntad, si no tiene inclinación a esos estudios.

La música no es preciso que la aprenda, sino en el caso que tenga pasión por ese arte; pero sí debe poseer aunque sean rudimentos del dibujo lineal, de la astronomía, química y botánica, profundizando más o menos en esas ciencias según su inclinación o gusto por alguna de ellas.

La enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales es tan esencial como la instrucción; por eso debe tenerse especial cuidado en que aprenda en las cartas de lord Chesterfield a su hijo, los principios y modales de un caballero.

La moral en máximas religiosas y en la práctica conservadora de la salud y de la vida, es una enseñanza que ningún maestro puede descuidar.

El derecho romano, como base de la legislación universal, debe estudiarlo.

Siendo muy difícil apreciar donde termina el arte y principia la ciencia, si su inclinación lo decide a aprender algún arte ú oficio yo lo celebraría, pues abundan entre nosotros médicos y abogados, pero nos faltan buenos mecánicos y agricultores que son los que el país necesita para adelantar en prosperidad y bienestar.

El baile, que es la poesía del movimiento y que da la gracia y la soltura a la persona, a la vez que es un ejercicio higiénico en climas templados, deberá practicarlo si es de su gusto.

Sobre todo, recomiendo a usted inspirarle el gusto por la sociedad culta donde el bello sexo ejerce su benéfico influjo; y ese respeto a los hombres de edad, saber y posición social, que hace a la juventud encantadora, asociándola a las esperanzas del porvenir.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Historias Insurgentes 1



Charles Chaplin en Tiempos Modernos


- Habla Gustavo Machado:

Cuando yo llegue al campamento de Sandino procedente de México, uno de los aviones de guerra norteamericanos estaba disparando a las tropas sandinistas a vuelo rasante. 
Era una arremetida impresionante. Mataban y mataban todo lo que se movía. El coronel Quintero se subió a una alta montaña por encima del nivel de los aviones que estaban disparando y dio en el blanco a un aviador norteamericano, cuyo avión cayó inmediatamente en tierra. Luego Sandino me sorprendió entregándome la cantimplora del piloto mientras me decía:
“Bueno aquí esta esto. Yo quiero que el licenciado Machado, se lleve este recuerdo”


- Cuenta la leyenda que a Mariátegui, alguien lo increpó en un foro político diciéndole:

“La Revolución es una quimera, no vale la pena gastar fuerzas en ella, todo es vano…”
La respuesta de Mariátegui se limito a este poema…
“La Revolución es un niño que persigue una mariposa,
no importa si la atrapa…
en el intento
se yergue el humano
y apunta al infinito