El motivo de la
redacción de este articulo tiene que ver con la persistencia de gran parte de las
personas, a repetir un error que se inició con la llegada de los españoles al
continente americano, y me refiero al error de llamar “indios” a los habitantes
originarios del continente, a pesar de que ya es sabido que el error del
almirante de la mar océano se debió a causas netamente de desconocimiento de
ubicación geográfica, todavía se continua cometiendo este traspié.
Como suele suceder
cuando no se enmienda una falla a tiempo esta trajo como consecuencia una
cadena de errores lingüísticos tras de sí, y así tenemos que surge el problema
de cómo se debería llamar a la sazón a los habitantes de la original nación
India, ubicada en el sur del continente asiático. En un principio para
diferenciar una de otra se les decía “indias occidentales”, para referirse a América,
y para referirse a la India asiática, se les decía “indias orientales”.
Posteriormente a los
habitantes de esta región comenzó a llamárseles hindú, y al idioma predominante
en esa región se le llamo hindi. Transcurrido
el tiempo y para darle validez a semejante falta decidieron legalizar el
término “indio”, y agregarlo a los diccionarios para así cubrir el desliz,
apareciendo desde entonces la palabra “indio” como: dícese del antiguo poblador
de América y de sus descendientes.
Pero aquí no termina
la historia, resulta que con el tiempo se presenta la utilización de la palabra
“indígena” para llamar así en vez de “indios” a los habitantes originarios del
continente americano. Se agrega otro eslabón en la cadena de errores lingüísticos
causados por Don Cristóbal, pero para explicar mejor esto transcribimos parcialmente
una anécdota transmitida en el programa radial “La Palabra de Hoy” producido
en Caracas entre las décadas de los ochenta y noventa, cuyo creador y
presentador era el escritor y humorista venezolano Aníbal Nazoa:
“En
nuestro medio existe, aun entre personas de cultura más que mediana, la tendencia
a pensar que indígena es lo mismo que indio, lo cual no es de ninguna manera
exacto. Para aclarar la confusión bastaría consultar el Diccionario y aprender en
él que indígena significa simplemente “originario del país de que se trata”.
Esto quiere decir, por ejemplo, que un catire (rubio) noruego es tan indígena de
Noruega como un Yanomami lo puede ser de Venezuela. Esto debería aclarar las
dudas, pero en vista de que aun estas persisten, recordemos que indígena es una
voz latina formada con el adverbio inde, allí, allá y el verbo gignere,
generar, engendrar, de genus, nacimiento, origen y que nada tiene que ver con
los “indios” americanos”.
El origen de la
confusión entre indio e indígena surge como ya se planteó al principio, de la
también mente confusa de Cristóbal Colón quien al llegar a nuestro continente y
por error creyó haber arribado a la India.
“Los
ignorantes españoles (continua Nazoa) comenzaron entonces a llamar -digamos que
por órdenes superiores - “indios” a los indígenas de las tierras recién
“descubiertas”. Andando el tiempo, a esta confusión contribuyo en gran medida
la aparición de los vocablos indigenismo e indigenista, que se refieren al
estudio y defensa de los pueblos indígenas, pero únicamente los de América.
Terminemos
recordando que en el uso de los medios de comunicación indígena es un término
que no deja de emitir un discreto aroma discriminatorio”.
Ahora se presenta la
pregunta ¿Cómo se deberían llamar en la actualidad a los habitantes originarios
del continente?
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